Las piedras son monumentos naturales que cuentan historias del universo y van tomando su forma lentamente, al simultáneamente estar en constante cambio. Hay quienes se conectan con las piedras y de alguna manera saben leer las historias que cargan. Denise es una de estas personas a quien las piedras le hablan.
Cuando el universo le dice a alguien "vas a hacer corazones", también pone corazones en su camino. Las piedras en forma de corazón son una de las formas en las que la energía de los corazones siempre le ha susurrado a Denise, y ella cuenta cómo estos encuentros con estos elementos se convirtieron en una pieza clave de lo que es Cosecha de Corazones hoy en día.
Desde hace algunos años, comencé a recoger piedras, estas aparecían en caminatas y en diferentes espacios, convirtiéndose en recuerdos de los lugares que estaba recorriendo. Luego, cuando viajaba, buscaba conservar esos momentos vividos y, de forma aleatoria, recogía piedras.
Un momento significativo fue durante un viaje a la Bienal de Venecia de arte en 2013. Casi al final de un recorrido infinito, mi cámara se descargó justo cuando quería capturar lo que estaba viendo, una obra del artista italiano Giulio Paolini. Quería conservar esa experiencia, así que recogí una piedra en las afueras del espacio expositivo, donde las ruinas y el mar se unían, para recordar los dibujos y las maquetas de la obra que pretendía desdibujar lo real.
Esa piedra que recogí reflejaba la eternidad de lo vivido, sabiendo que había presenciado algo maravilloso para lo cual las palabras y las descripciones eran insuficientes; solo recoger una piedra me daba la calma de todo ese momento.
¿Y cuándo comenzaron a aparecer las piedras en forma de corazón? Por supuesto la costumbre de recoger piedras ya estaba presente en mis recorridos, y con Cosecha, todo comenzó a gritar la forma de corazón. En algunas ocasiones, ya había recogido estas piedras y las había dibujado, sin embargo tenía dudas sobre si conservarlas o solo trazar sus formas y devolverlas a la naturaleza. Así que comencé a jugar con la idea de guardarlas para destacar su forma de corazón.
Cosecha de Corazones se ha construido a partir de las ideas de Denise y el aporte creativo de muchas personas que han llegado al proyecto para dejar su huella. Una de esas personas es Pedro Rojas, un diseñador arquitecto que ha sido esencial para Cosecha. Denise y él han diseñado diferentes piezas juntos. Pedro fue fundamental en el proceso de convertir las piedras con forma de corazón en una obra de arte. La pregunta que los guió durante este proceso creativo fue: ¿cómo lograr dar importancia a todas estas piedras con forma de corazón?
Como en todo proceso creativo, pasaron por muchos diseños, diferentes tipos de soportes e ideas sobre cómo encapsular una piedra en forma de corazón y darle un espacio de importancia. A través de este ejercicio llegaron a una caja con cinco frentes, en donde la piedra queda suspendida por un pivote sostenido sobre un soporte de madera en el fondo. De esta manera, es posible admirar la piedra desde todos sus ángulos. Lo importante era darle protagonismo a la piedra, mostrando su forma, y así encontraron un objeto donde los corazones de piedra pudieran ser destacados como las grandes piezas que son, corazones de piedra formados durante miles de años, quedándose estacionados hasta ser encontrados o no.
El valor de la piedra radica en su historia y contenido intrínseco, cualquiera puede verla, pero no cualquiera puede reconocer su significado. Una piedra en forma de corazón habla de lugares, espacios, golpes, agua, tormentas, montañas, volcanes, caminos; habla de nuestro globo terráqueo, y nada de esto está relacionado con el ser humano. Solo cuando reconocemos que en ella hay algo significativo, nos damos cuenta de la dimensión universal que tienen los objetos de la naturaleza en nosotros, y es ahí cuando se abren las puertas a nuevos conceptos y estados de comprensión. En palabras de Denise: “no es sobre el amor y sí es sobre el amor, es la forma que contiene un saber, es la forma que contiene un concepto que no se explica, que va más allá de lo que somos. Es un concepto que contiene un sentido de conexión mágico.”
Cuando nos damos cuenta del poder que tienen estos objetos, comenzamos a entender y ver las conexiones que se forman, como un rizoma, en nuestra vida y en el universo. Por medio de este proceso en donde el universo pone a personas en nuestra vida, es que llegó una persona en particular que ha sido parte de Cosecha de Corazones desde su nacimiento y ha crecido junto al proyecto. Esta personita llegó al mundo de los corazones a los dos años. Ha estado presente en todas las formaciones y cambios de Cosecha de Corazones, y cada vez que encuentra una piedra en forma de corazón, canta: "Alerta corazón, alerta corazón", ¿pueden imaginarlo? Es como una alarma simbólica al encontrar piedras en forma de corazón.
Cosecha ha crecido con él y él ha crecido con Cosecha. Los corazones son tan naturales en su vida y en su existencia que ni siquiera se cuestiona "¿para qué un corazón?".
Esta última reflexión hace que todo encaje nuevamente. El corazón de piedra es un equilibrio entre la sencillez y la maravilla de los encuentros, donde las posibilidades de conectarse con la magia de lo que un corazón representa son poderosas. Estos encuentros entre elementos, personas, experiencias, materiales y energía que convergen en Cosecha de Corazones permiten que quienes se unen a este Proyecto vibren y creen Magia.
Texto en colaboración con Luisa Castellanos
ENCOUNTERS WITH HEART-SHAPED ROCKS
Stones are natural monuments that tell stories of the universe and gradually take shape while constantly changing. Some people have a special connection with stones and can somehow read the stories they carry. Denise is one of these individuals to whom stones seem to speak.
When the universe tells someone, "You are meant to create hearts," it also places hearts in their path. Heart-shaped stones have always held a special energy that has whispered to Denise. She recounts how these encounters with these elements became a fundamental part of what Cosecha de Corazones is today.
Several years ago, I began collecting rocks. They would appear during my walks and in various places, becoming cherished mementos of the places I explored. Later, during my travels, I made it a point to preserve those cherished moments by randomly picking up stones.
A significant moment occurred during a trip to the Venice Art Biennale in 2013. Almost at the end of an endless tour, my camera's battery ran out just when I wanted to capture a work by the Italian artist Giulio Paolini. Determined to preserve that experience, I picked up a rock on the outskirts of the exhibition space, where ruins and the sea merged, to remember the essence of the artwork that sought to blur reality.
That rock I collected seemed to reflect the eternity of that lived moment, knowing that I had witnessed something marvelous for which words and descriptions were insufficient; the simple act of picking up that stone brought a sense of tranquility to the entire experience.
And when did heart-shaped stones start appearing? Of course, the habit of collecting rocks was already present during my journeys, and with Cosecha, everything seemed to resonate with heart-shaped symbols. On some occasions, I had already found and drawn heart-shaped stones, however I was uncertain about whether to keep them or simply draw their forms. Thus, I began playing with the idea of preserving them to highlight their heart shape.
Cosecha de Corazones has been built upon Denise's ideas and the creative contributions of many individuals who have joined the project, leaving their own unique mark. One such person is Pedro Rojas, an architect and designer who has played a vital role in Cosecha. Denise and Pedro have collaborated on designing various pieces together. Pedro was instrumental in transforming heart-shaped rocks into works of art. The driving question throughout their creative process was: How can we emphasize the significance of these rocks shaped like hearts?
As with any creative endeavor, they explored numerous designs, different types of supports, and ideas on how to showcase a heart-shaped stone and give it the prominence it deserved. Through this process, they arrived at a box with five sides, suspending the stone on a pivot held by a wooden base. This setup allowed the rock to be admired from all angles. The primary objective was to showcase the stone's form, ultimately presenting heart-shaped rocks as the remarkable creations they are—rocks that had formed over thousands of years, resting undisturbed until discovered.
The significance of these stones lies in their history and intrinsic content. Anyone can see them, but not everyone can fully recognize their profound meaning. A heart-shaped rock speaks of places, spaces, impacts, water, storms, mountains, volcanoes, paths—narratives that transcend the human experience. Only when we acknowledge their significance do we realize the universal dimension of nature's objects within us, opening doors to new concepts and deeper understanding. In Denise's words: "It's not just about love, yet it is about love; it's a form that holds knowledge, a concept beyond our grasp, a magical connection."
Recognizing the power of these objects enables us to understand the intricate connections that weave through our lives and the universe, much like a rhizome. Through this process, where the universe brings people into our lives, a particular person arrived who has been a part of Cosecha de Corazones since their birth and has grown alongside the project. This little person entered the world of heart-shaped rocks at the age of two. They have been present in all the formations and changes of Cosecha de Corazones, and every time they find a heart-shaped stone, they joyfully sing, "Alerta corazón, alerta corazón" (Heart alert, heart alert). Can you imagine it? It's like a symbolic alarm celebrating the discovery of heart-shaped stones.
As Cosecha has grown with them, and they have grown with Cosecha, heart-shaped rocks have become such an inherent part of their life and existence that they never question, "Why a heart?"
This final reflection brings everything together harmoniously. The heart-shaped rock embodies a balance between simplicity and wonder in these encounters, where the magic of what a heart represents holds immense power. These encounters between elements, people, experiences, materials, and energy converge in Cosecha de Corazones, allowing those who participate in this project to resonate and create a sense of magic.
Text in collaboration with Luisa Castellanos